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Mi niño no se quiere quedar solo en la escuela: El apego antes de la edad escolar

Que el primer día de ingreso de su hijo a la escuela no sea un drama. Aquí le tenemos algunos consejos para que la transición de hogar a la escuela sea más amigable.

Muchos padres se sienten angustiados por el primer día de clases, no saben cómo se comportará su pequeño al ser dejado en la puerta de la escuela. Para los niños esto es un gran acontecimiento y no podemos dejar cabos sueltos.

Hay que saber que, para dar este gran paso, se debe preparar al pequeño con antelación. Hacerles saber que como adultos cuidadores estaremos para ellos, que no serán abandonados.

De acuerdo, con la psicóloga Alaiza Escudero, los niños que tiene un apego seguro atravesaran el episodio con mayor facilidad.

El apego seguro de hecho es experimentado desde la etapa de bebés, cuando el niño es dejado en su cuna o en su área de juego y sabe que su mamá aparecerá en un rato. Hasta que el periodo de tiempo se va espaciando. El menor tiene la seguridad de que estarán con él, incluso cuando lo solicite.

El apego para que sea sano se trabaja desde la primera infancia, 1 a 3 años de edad; si se establece un apego seguro, el niño puede pasar por ansiedad los primeros días pero lo superará”, acota.

Cuando el apego es ansioso con poca tolerancia algo falló en la primera infancia”, atestigua Escudero. Si esto ocurre habrá que hacer algunas intervenciones necesarias con especialistas para que el niño finalmente afronte la separación de su entorno familiar por una horas con entereza.

Aquellos niños con un apego inseguro es importante que los padres desarrollen actividades para que al momento de ingresar a la escuela no se convierta en un dolor de cabeza para el niño, el padre y el maestro.

Hable con el niño antes de la escuela

Meses antes de la temporada escolar, los padres deben ir dándole pláticas sobre la experiencia educativa para que el niño se vaya familiarizando y teniendo un contexto de por qué y para qué tendrá que asistir a un colegio.

Use la literatura para derribar temores

Una forma de incentivar a los niños a ir a la escuela, es introduciéndoles en ese mundo a través de cuentos infantiles, especialmente los que se refieren al primer día de clases.

Familiarícelo con el área

Usted puede pedir una visita al plantel y mostrarle a su niño, donde se quedará para aprender. Repase la escuela de la mano de su niño, guiándole en un recorrido que de seguro el personal educativo estará disponible para ofrecer. Muéstrele zonas estratégicas como los baños, el salón de clases que le asignaran y otros por menores para que no se sienta perdido el primer día de clases.

Incluso, advierte la psicóloga, hay estudiantes de maternal a primario o de primaria a secundaria, que al ser trasladados a otra escuela cuya estructura es mucho más grande sufren crisis de ansiedad.

El apego seguro de hecho es experimentado desde la etapa de bebés, cuando el niño es dejado en su cuna o en su área de juego y sabe que su mamá aparecerá en un rato. Hasta que el periodo de tiempo se va espaciando. El menor tiene la seguridad de que estarán con él, incluso cuando lo solicite.

Psicóloga Alaiza Escudero

Establezca una hora de retorno y sea fiel a ella

Usted debe decirle al niño a qué hora pasará a buscarle y ser muy diligente con esa promesa. Si el niño ve que usted viene siempre a recogerlo como lo ha indicado, esto le disminuirá su inseguridad y desvanecerá la ansiedad en él. Aparecerse siempre en el momento indicado es para el niño como tener una constancia de que la mamá o cuidador primario va a regresar.

En casos severos ¿Qué hacer?

En el caso de que un niño no para de llorar, no se angustie, las maestras saben cómo manejar la situación distrayéndolos con una actividad lúdica. Sin embargo, hay otros casos, que los son muy pocos, de niños que somatizan su ansiedad y se les refleja con diversos síntomas como dolor de cabeza o de barriga, diarrea, fiebre o vómitos.

Lo que significa que le tomará un tiempo asimilar la nueva etapa. En este caso, con la intervención de una terapista integrativa escolar, se podrá establecer jornadas más cortas hasta que el menor logre ajustarse a su nueva rutina.  También puede ser apoyado con una terapia conductual, para que el niño trabaje en sus inseguridades.

Así mismo, la escuela puede permitirle al niño llevar su objeto transaccional, que lo por lo general es un peluche, una muñeca, entre su favorito que le provee al infante, mayor seguridad en ambiente que le generan desconfianza. “El objeto transaccional es un apoyo emocional que funciona muy bien en niños hasta los 8 años” acota la psicóloga Escudero.

El apego se construye desde los primeros días de nacido del bebé. Los expertos consideran que un buen apego es el camino que permite llegar a la edad escolar y no tener tantos problemas.
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